La espiral del silencio

LA ESPIRAL DEL SILENCIO

Seguro que alguna vez te has visto en una conversación en la que todo el mundo estaba de acuerdo con una opinión pero tú no, pero has callado e incluso has mentido diciendo que tú también apoyabas esa idea. Este fenómeno tan común tiene un nombre: la espiral del silencio. En la entrada de hoy hablaremos de este, de cómo afecta en los medios y qué consecuencias tiene mediante unos cuantos ejemplos.

  

Origen y antecedentes

La teoría tiene su origen en 1977 y su autora fue Elisabeth Noelle Neumann. El primer ejemplo de dicha teoría que esta descubrió fue en una votaciones alemanas en el año 1964. Los dos candidatos iban empatados, pero unas encuestas declararon a uno de ellos posible vencedor. Esta suposición arrastró los votos hacia un lado, y finalmente acabó por ganar el candidato esperado. No solo silenció las opiniones diferentes a estas, sino que dió repercusión a una única y mayoritaria y esto tiene incluso una teoría propia, a la que llamamos efecto bandwagon (o carro ganador). 

La epiral del silencio: ¿qué es?

Esta teoría defiende que la gente, por miedo al aislamiento social, se adhiere a las opiniones mayoritarias y que son más apoyadas por los medios, silenciando a su vez otras que no sean esta.

La espiral del silencio pasa por un proceso gradual, que comienza con una amenaza de aislamiento. El individuo experimenta miedo a este e intenta captar el clima de opinión, dicho de otra manera, las corrientes de opinión mayoritarias. Dichas corrientes acaban por influir en el individuo y a largo plazo, en el comportamiento público. 

¿Hay una espiral de silencio en Cataluña?

Como ejemplo perfecto para esta teoría que analizamos hoy, tenemos el famoso referendum de Cataluña y las ya largas disputas entre el estado español y la comunidad catalana. Desde el 1 de Octubre donde tuvo lugar el referendum ilegal, los medios no hablaron de otra cosa durante los siguientes meses. Esto, que claramente levantó muchas ampollas sobretodo entre los grupos independentistas, no solo dió voz a la indignación de parte de la población catalana sino que hizo callar a cualquier comentario que no fuese a favor de esta.

Los catalanes contrarios a la independencia hablan menos de política y dicen sentirse incómodos al expresar sus ideas, según encuestas hechas después de los altercados de Octubre. El 49% dicen no sentirse cómodos diciendo que no son independentistas, al contrario del pequeño 18% de independentistas que prefieren no sacar el tema. Los primeros también son tres veces más reacios a comentar sus ideales políticos en casa o entre amigos. 

Los datos demuestran entonces que los no independentistas, bien sea porque son más reservados o les interesa menos la política, no hablan tanto de todo esto que lleva ocurriendo desde 2017 (de manera más explícita claro está, ya que el conflicto tiene su origen incluso antes de esto). Los altercados, las manifestaciones y discursos por parte de políticos catalanes han supuesto un sesgo en los medios porque estas tienen más espacio en estos. Podríamos también relacionarlo un poco con el efecto bandwagon antes explicado, que arrastra la opinión hacia lo más comentado y/o apoyado por la multitud. A esto se le puede añadir el hecho de que los independentistas están más interesados por la política y que los unionistas son gente más mayor y con menos estudios. 

En añadidura a esto, en las encuestas faltan votos de no independentistas. Estos suelen ausentarse sobretodo en votantes de PP o Ciudadanos, a diferencia de los que pertenecen a ERC, Podemos o Junts pel sí que sí que abundan. Se piensa que el grupo de unionistas no aparece tanto entre los resultados por abstinencia a responder en las entrevistas. Esto incluso se ha investigado a partir de las experiencias de aquellos que hacen las preguntas, fijandose en quienes de los encuestados evitaba responder. Efectivamente, el 42% de no independentistas se mostraron esquivos en el momento de preguntar por el tema, frente al 28% de los independentistas.

 

Manifestantes independentistas en BCN 

¿Por qué calla la mayoría?

 

A pesar de todo esto, los sondeos demuestran que la mayoría de catalanes no están de acuerdo con el referendum de Cataluña, ¿qué es lo que hace entonces que el bando unionista quede tan silenciado respecto al otro grupo?

 

Existen diversas opiniones acerca de ello. Para empezar, queda perfectamente retratado que siempre es difícil estar en contra de lo que opina la mayoría. Muchos catalanes lo sienten así, prefieren no estar en conflicto, pero es precisamente esto lo que provoca que el independentismo se fortalezca. Los que callan son una mayoría silenciosa, y los otros son una minoría bien organizada y subvencionada. Es el proceso del que hablábamos antes: el individuo teme el aislamiento, así que se deja llevar por el clima de opinión. Es sin embargo un efecto curioso, puesto que esta vez la minoría va ganando para así disfrazarse de mayoría.

 

El problema, según plantean otros, radica con mucha anterioridad, como un odio que se ha ido sembrando. El problema está en que es odio a veces es inexistente y simplemente se inculca para que los ciudadanos se dividan entre ellos. Desde los propios medios se manipula apuntando sin consideración a todos los ciudadanos catalanes como pro independentistas, y eso provoca incluso algunos voten a favor sin ni siquiera estarlo. La excesiva propaganda política arrastra la opinión más comentada, como parte de la espiral del silencio. Muchos otros sitúan la principal problemática en un terreno intermedio, en el que todos han contribuido, de una manera u otra. Desde el gobierno de España al intentar acallar las opiniones contrarias y desde Cataluña intentando culpar de todos los problemas a España.

 

Sea como sea, la espiral del silencio está presente en la comunidad catalana a causa de una minoría con mucha fuerza e impulso de los medios. Desde 2017 parece que el fenomeno va disminuyendo, pero seguimos sin saber cuándo acabará y cuándo tienen pensado los unionistas actuar.