La semana pasada hablamos de la perpectiva crítica y los estereotipos en los medios. En la entrada de hoy, comentaremos una perspectiva distinta: la perspectiva interpretativa. ¿Son los medios los que construyen la realidad? ¿Es la agenda setting una simple teoría o son los medios los que deciden qué vemos y sabemos? Hoy resolvemos estas dudas y explicamos los porqués de dichas incógnitas.
La perspectiva interpretativa es aquella que actúa a favor de la opinión de los medios, poniendo por delante los intereses de la línea editorial. Aquí entra en acción la teoría concocida como agenda setting que, guiándose por distintos patrones como proximidad geográfica, importancia según los medios y magnitud entre otros, convierten la noticia en un buen producto de consumo para los medios de comunicaciones.
Estos últimos años, con la aparición de internet este fenómeno se ha elevado a la enésima potencia; lo que es considerado tendencia, se convierte en noticia inmediatamente. La instantaneidad y presencia constante de redes sociales como Twitter o Instagram suponen un beneifico mayúsculo para las comunicaciones, pero puede llegar a crear una especie de espiral del silencio entorno a noticias menos reconocidas. En el caso de occidente, las sociedades del primer mundo como las de esta parte del mundo suelen quedarse inmersas en aquella información que esté exclusivamente relacionada de algún modo con ellas. Por ejemplo, cualquier conflicto armado o de tipo sociopolítico es relevante cuando o bien estamos metidos en estos o tienen parte de importancia en nuestra sociedad.
Pero, ¿Por qué esto es así? ¿Por qué damos importancia a unas noticias y otras simplemente las ignoramos? Esto se debe al significado que le damos a estas, el cual es producto de nuestra interacción social (esencialmente, en las interacciones sociales de comunicación). Dichas interacciones se traducen a interpretaciones, que se seleccionan, organizan y articulan en función de un objetivo comunicativo. La sociedad se basa en el resultado final de estas, construyen simbologías con las que luego podemos entender los sucesos de nuestro alrededor, de ahí que sea tan importante aquello que los medios nos cuentan: es, a efectos prácticos, la manera que tenemos de entender el mundo. El problema viene cuando este mundo nuestro es formado exclusivamente por nuestro entorno próximo, cuando la realidad es que hay mucho más allá.
Es indiscutible que la labor de los medios es la de reflejar la realidad, la sociedad tal y como es, de la manera más exacta posible y excluyendo así los puntos de vista subjetivos, por lo que se podría decir que reflejan la realidad. Sin emabrgo, dentro de este proceso siempre existen factores que condicionan la total objetividad de las noticias como puede ser el contexto político y social del medio que difunda la noticia. Así pues, dentro de este marco comunicativo también se sitúa la predilección de unas noticias sobre otras.
Es sin duda la corrupción uno de los grandes temas que reflejan lo tratado con anterioridad. Cuando se habla de que el periodismo constituye el cuarto poder es fácilmente reflejable en el siguiente caso: cómo los medios pueden ser capaces de destapar grandes escándalos de corrupción y a la vez ser capaces de silenciarlos, algo realmente grave puesto que son hechos que conciernen a toda la población. ¿Han dado los medios la suficiente importancia a estos casos de corrupción? Si no aportan la suficiente importancia al tema, se da por hecho
que no es lo suficiente importante, cuando sí que lo es.
La crisis del COVID-19 ha afectado de forma masiva a la sociedad y economía de todo el mundo; es realmente el hecho más destacable de todo este año, pero no debemos olvidar que también otras muchas noticias son de interés nacional, y por consecuente de vital importancia para el país. Un claro ejemplo es el del rey emérito, Don Juan Carlos, que se ha visto envuelto en una escandalosa trama de corrupción. Sin duda el COVID ha acaparado portadas, pero no se debería quitar importancia a esto dado que hablamos de un personaje de gran poder e influencia, que sus acciones nos afectan a corto y a largo plazo al igual que la enfermedad. De igual manera, hay también nuevos avances en la medicina con otra vacuna, la del VIH, una enfermedad con la que se lleva luchando más de treinta años.
En otras palabras, hay muchas cosas que están pasando en el mundo además de una pandemia mundial. Los medios, sin embargo, se encargan de que, si a ellos les interesa, eso sea lo único de lo que estemos informados. Si bien es importante saber sobre el acontecimiento tan anómalo de este 2020, es de vital importancia estar igualmente informados de aquello que trasciende nuestra sociedad occidental, por mucho que los medios intenten esconderlo o apartarlo.
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