Problemas en la comunicación

En este apartado hacemos uso de noticias que ponen en manifiesto los problemas de comunicación a los que nos enfrentamos este año 2020 a causa del COVID-19.

 

Mascarillas transparentes homologadas

Este 2020, todos y todas hemos tenido que acostumbrarnos a llevar mascarilla. Estas son, desde que en Marzo confinaron a la población, una herramienta de comunicación importantísima si no vital para poder seguir relacionándonos entre nosotros sin quedar expuestos al virus conocido como COVID-19. Sin embargo y paradójicamente, la comunidad de personas con problemas de audición se ha visto aislada por esta nueva medida de seguridad que, al tapar medio rostro de aquellos que la llevan, impiden la lectura labiofacial que tan importante es para ellos a la hora de interaccionar con los demás.

 

Dicha situación ha afectado a más del millón de personas sordas que hay en España y muchas de ellas denuncian la situación a través de redes sociales. Marcos Lechet, persona sorda, abrió a principios de la pandemia una petición dirigida al Ministerio de Sanidad para la homologación de mascarillas transparentes que permitieran a las personas con discapacidad auditiva comunicarse con los de su alrededor. A pesar de contar con casi 100.000 firmas, esta idea no ha podido ponerse en práctica inmediatamente ya que al no plantearse la necesidad de dichas mascarillas hasta ahora, faltan procesos que puedan determinar una nueva norma de estandarización que las considera seguras, es decir, buscar los materiales concretos que filtren el aire y que a la vez sean transparentes. 

  

El uso de estas mascarillas no solo concierne a las personas sordas sino también a las personas con discapacidad intelectual. Al igual que el otro grupo, la boca tapada dificulta leer las expresiones faciales de la otra persona y la prosodia, factor muy importante durante la comunicación entre estas personas. Muchos cuidadores y trabajadores especializados en personas con discapacidad intelectual ya han expresado en múltiples ocasiones las trabas que la mascarilla pone a la hora de relacionarse con sus pacientes.

 

No tenemos que irnos por eso a casos especiales como los de los dos ejemplos anteriores para comprobar la importancia de estas mascarillas. Encontramos también problemas de comunicación a causa de las mascarillas en los mismos hospitales, donde el personal sanitario explica que al llevar tanto equipamiento los pacientes son incapaces de verles nada más que la mirada; un gesto simple como una sonrisa significa una gran diferencia en la experiencia de pasar por un hospital en tiempos como los que corren. Otra vez volvemos al mismo problema que se nos planteaba antes: la comunicación queda impedida, no somos capaces de entendernos entre nosotros y es imposible llegar a las personas. Evidentemente que para las personas con esta habilidad reducida  es un problema aún mayor, pero a la larga nos afecta a todos en mayor o menor medida, al ser la interacción entre todos nosotros una necesidad básica como seres sociales que somos

 

 

 

Fake news: ¿Desinformación en la mayor era de comunicación de la historia?

Las fake news son un tipo de bulo que consiste en un contenido pseudoperiodístico difundido a través de portales de noticias, prensa escrita, radio, televisión y redes sociales y cuyo objetivo es la desinformación.

Todos hemos recibido algún mensaje con alguna cura milagrosa contra el coronavirus COVID-19. Y lo hemos recibido a pesar de que los médicos especialistas de todo el mundo, liderados por la Organización Mundial de la Salud, aseguran que de momento no hay tratamiento ni vacuna contra esta enfermedad. Este fenómeno de la desinformación está poniendo en riesgo vidas, ya que hay personas con síntomas de estar enfermos por el coronavirus que prueban remedios no comprobados con la esperanza de "curarse" a sí mismos. El miedo es el caldo de cultivo de la desinformación, los rumores y las falsas esperanzas. Sin embargo, la información veraz y fiable puede darnos una visión de la realidad en la que puedan nacer esperanzas ciertas. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura lidera los esfuerzos para contrarrestar las falsedades y promover los hechos sobre el virus. No existe tema sin tocar por la desinformación

En un momento de grandes temores, incertidumbres e incógnitas, existe un terreno fértil para que las fabricaciones florezcan y crezcan. Esas campañas representan una amenaza para el periodismo basado en los hechos y, particularmente durante la pandemia actual, para la vida de las personas. Guy Berger, director de Políticas y Estrategias sobre Comunicación e Información de la UNESCO, y uno de los principales expertos de esa agencia de la ONU en materia de desinformación explica lo siguiente: : "Cuando la desinformación se repite y amplifica, incluso por personas influyentes, existe el grave peligro de que la información basada en hechos  verdaderos, termine teniendo un impacto marginal".

Guy Berger, director de Políticas y Estrategias sobre Comunicación de la UNESCO

 

Cómo ya señalábamos con anterioridad, en un momento de grandes temores, incertidumbres e incógnitas, existe un terreno fértil para que las fabricaciones florezcan y crezcan, pero es todavía más peligroso cuando el poder de la desinformación cae en manos de los más poderosos dirigentes del planeta

Así ocurrió con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quién el pasado mes de Abril, en plena pandemia mundial por COVID-19, declaró lo siguiente:Supongamos que golpeamos el cuerpo de los pacientes con una luz tremenda, ya sea ultravioleta o simplemente muy poderosa. Me parece interesante-Informó a los periodistas de que había preguntado a un funcionario si productos de limpieza como los geles desinfectantes se podrían inyectar en los pacientes de coronavirus.

 

Donald Trump, presidente de Estados Unidos

 

 

Graduación virtual en Japón

Ante la actual situación de pandemia mundial, una  universidad de Japón decidió realizar la graduación de sus alumnos de una forma cuanto menos curiosa.

Este ha sido el caso de la universidad BBT en Japón, que pensando en sus alumnos tuvo la brillante idea de llevar a cabo su esperada ceremonia de graduación pero sin dejar de respetar la cuarentena.

La ceremonia tradicional con birretes, togas y diplomas se llevó a cabo, mas la presencia física de sus alumnos fue sustituida por una virtual, con robots a tamaño real, dónde los alumnos a través de sus tabletas digitales pudieron seguir su propia graduación desde sus hogares, pues eran ellos mismos los que controlaban dichos robots. 

Y no solo eso, sus invitados estaban conectados mediante la aplicación Zoom, en donde se transmitió todo el evento. Fueron en total cuatro alumnos los que pudieron culminar su etapa universitaria de esta forma tan inusual.